Actualmente, los parámetros que utilizan los diseñadores de sillas de todo tipo se basan en el estudio antropométrico de Dreyffus.
Por otro lado, las pautas que complementan estos diseños, cuando se trata de sillas ergonómicas, están basadas en las aportaciones de los diseñadores nórdicos que promovieron el concepto del "sentarse en movimiento". Asimismo, algunos de estos diseñadores inciden en las diferencias anatómicas entre los dos sexos, para así poder utilizar sus modelos de la forma más adecuada.
Estas informaciones, aunque sean muy genéricas y superficiales, nos ayudarán a desarrollar la argumentación que queremos exponer a continuación.
En el departamento de ergonomía de Kadira y Ergonomika aplicamos, en nuestro protocolo de venta, algunos de estos parámetros nórdicos para complementar la selección del modelo que proponemos a nuestra clientela. La otra fuente de información para definir nuestro protocolo, se basa en la constante labor de observación en el "campo de batalla", es decir, en la experiencia que nos proporciona el contacto directo con nuestros clientes, en el día a día de nuestras tiendas.
De ahí que el modelo de Herman Miller, la Sayl, sea la silla más recomendada para el público femenino. Asimismo, las mujeres de baja estatura son unas perfectas candidatas a este modelo.
Por otro lado, la Sayl es uno de los pocos modelos de Heman Miller que no tiene un asiento de malla. El de la Sayl es de goma espuma inyectada, con un diseño muy adecuado para las anatomías femeninas.
Su respaldo es una malla de polipropileno, con una curiosa textura de neopreno, que tiene la particularidad de proporcionar un perfecto encaje del sacro, ya que este es una de las peculiaridades de la anatomía femenina a la hora de sentarse.
Otra de las prestaciones muy interesantes de la Sayl, que también tienen otros modelos de Herman Miller, es la posibilidad de inclinar el asiento hacia delante. Esta inclinación permite una posición erguida del tronco, con lo que conseguimos recuperar la curvatura natural de la columna en la posición de pie. Asimismo, la manera com o se adapta esta malla al cuerpo de la mujer, envolviéndole la cintura, le proporciona un alto grado de confort.
Seguramente, sin quererlo, Herman Miller ha conseguido con Sayl la silla idónea para un gran número de anatomías femeninas.
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