09 Enero 2015   |   Ergonomía   |   0 Comentarios

MASTER CLASS EN LA LLOTJA

MASTER CLASS EN LA LLOTJA

Una clase magistral sobre sillas ergonómicas que empieza con la observación de un destornillador. El experto en ergonomía y director de la única concept store de Ergonomía en Barcelona –Ergonomika-, Joan Sebastià i Rodó, invitó a los asistentes a la conferencia, impartida en diciembre en la Escuela Superior de Diseño y Arte Llotja de Barcelona, a reflexionar sobre la forma en la que cada persona pasa la herramienta: cogiendo la punta o el mango. Un pretexto para iniciar la temática a abordar durante las dos horas siguientes: la ergonomía, una disciplina que persigue, a través del estudio de las características fisiológicas, anatómicas y psicológicas de los seres humanos, diseñar lugares de trabajo, herramientas y tareas que optimicen el bienestar humano y, a su vez, la eficacia de las operaciones previstas.

Rodó inició su discurso explicando que “los humanos no hemos nacido para estar sentados. La única posición natural que tiene nuestro cuerpo para descansar, puntualmente, es la de cuclillas, es decir, doblando el cuerpo de tal forma que las asentaderas se acerquen al suelo o descansen en los calcañares”.

Y, como no hay mejor manera de explicarlo que mediante la ejemplificación, dos alumnos salieron al centro del auditorio e intentaron realizar esta postura que, sorprendentemente, acabó con un resultado inesperado: el chico pudo doblarse sin problema, en cambio, a la chica le resultó imposible (normalmente, las mujeres al ser más flexibles pueden adoptar mejor esta postura). Una muestra de cómo la evolución ha hecho que los humanos nos adaptemos al cambio, dejando atrás esta postura y habituándonos a sentarnos en las sillas.

Después de un repaso rápido, pero intenso, sobre la historia del sentarse en la que Rodó hizo hincapié en el concepto jerárquico de la silla –“quién mandaba era quien se sentaba”-, el director de Ergonomika profundizó en la antropometría y la antropométrica. Rodó aseguró que ambos conceptos están ligados ya que “la antropometría se encarga de estudiar las medidas del cuerpo y la antropométrica crea, a partir de estas medidas, unos parámetros que permiten adaptar el mobiliario a las medidas de las personas”. Por eso, por ejemplo, la mesa se sitúa a 75 centímetros del suelo y la silla a 45 centímetros y, en cambio, el mostrador de la cocina se ubica a 90 centímetros del suelo y el taburete o silla correspondiente a 60 centímetros.

La segunda parte de la conferencia se centró en la ergonomía en el trabajo y a la hora de comer. La popularización de la importancia de disponer de sillas ergonómicas en la oficina se refleja en grandes compañías como Facebook o Google que disponen de modelos de Herman Miller.

“Para trabajar de forma óptima es esencial que todo el entorno sea correcto, pero es vital que la silla sea cómoda y confortable, ya que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo realizando actividades pasivas, nunca mejor aplicado este oxímoron”, aseguró Rodó.

Pero, sin duda, uno de los aspectos que despertó más interés en los estudiantes de producto y diseño de muebles de la Escuela de Diseño y Arte Llotja de Barcelona fue la evolución del sentarse en la mesa ya que “es un acto social que no responde a un planteamiento operativo, si no que viene condicionado por los hábitos de alimentación”.

A este respecto, se presentó el “proyectoergonogastronomic” que no es sino el concepto de una silla de oficina aplicado a la mesa de comedor para disfrutar de una comida gourmet.

Tras el intercambio de vivencias y la resolución de las dudas que surgieron en el transcurso de la conferencia, Rodó dio por finalizada la conferencia, no sin antes invitar a los alumnos a visitar la concept store de ergonomía Ergonomika.Porque toda buena explicación debe materializarse y qué mejor que, en este caso, probando sillas y butacas. Así que, ¡aquí os esperamos!

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