04 Mayo 2012   |   Ergonomía   |   0 Comentarios

MANIFIESTO ERGONÓMICO PARA UNA NUEVA POLÍTICA DE EMPRESA

MANIFIESTO ERGONÓMICO PARA UNA NUEVA POLÍTICA DE EMPRESA

Hoy en día aún se consideran como un mueble. Efectivamente, como a objeto, es el que es y por este motivo se contabilizan como un inmovilizado material. Nosotros defendamos cambiar este concepto de la silla como objeto pasivo y reconocerlo como elemento activo que incide directamente en la productividad de la empresa y en la psicosociología del entorno de trabajo.

Si analizamos los criterios de compra habituales, nos damos cuenta que el escoger el modelo de silla normalmente se realiza desde el departamento de compras, el de mantenimiento o bien el de marketing.
Cada uno de sus responsables decide la compra en función de sus criterios, basándose según un “precio” o para adecuarse a la imagen corporativa.


Además, el procedimiento para adjudicar la compra a un proveedor concreto suele realizarse a través de una subasta de precios, pensando siempre en el concepto de más cantidad, mejor precio, es decir, siguiendo criterios básicamente financieros. Esta es una idea que se aleja de cualquier criterio ergonómico.



En cambio, para nosotros, las sillas es algo más importante. No podemos catalogarlas únicamente como muebles, sino que actúan como una máquina o herramienta de trabajo fundamental en cualquier entorno operativo. Muchas de las actividades que se realizan delante del ordenador son tan o más productivas que las que se realizan delante de una máquina.



Para nosotros, cada puesto de trabajo le corresponde un tipo de silla concreto, y este mismo puesto de trabajo puede tener una silla diferente, según su usuario. Por eso creemos que al escoger una silla han de intervenir muchas más variables que las del precio o diseño.
Con esta idea el que pretendemos es inculcar el hecho de que cada trabajador, tenga la posición que tenga en el organigrama de la empresa, merece una silla adecuada a sus necesidades. 


Actualmente podemos encontrar una silla con una estética apropiada para un puesto directivo, a un precio inferior que una ergonómicamente adecuada a un puesto directivo. De esta manera, invirtiendo la política de precios, mantenemos el estatus de cada cargo y a la vez conseguimos hacer más eficientes cada puesto de trabajo, todo y el presupuesto previsto.
Si hoy día todo tiende a “customizarse”, ¿por qué no en el espacio donde pasamos más horas al día? Además, este es un concepto que encaja perfectamente en una verdadera política de RSC interna.



En realidad solo el departamento de RRHH, juntamente con los técnicos en ergonomía, pueden realizar esta compra, ya que son los que se preocupan de prevenir las habituales lesiones musculoesqueléticas y, en consecuencia, evitar las bajas por enfermedad. Del mismo modo, la insatisfacción que produce la falta de confortabilidad en el sitio de trabajo es la principal consecuencia del absentismo presencial. Y el absentismo sí que afecta a la cuenta de explotación de la compañía. 

Una oficina confortable, atractiva y adaptada a sus usuarios favorecerá directamente a su rendimiento.

Kadira quiere ser el proveedor que le asesora en el modelo de silla más adecuado en cada caso, así como en la mejor calidad-precio. Queremos ser su consultor en ergonomía, no venderle solo “muebles”.

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