Hemos mejorado aspectos en nuestro funcionamiento fisiológico, pero el diseño físico que tenemos como seres andadores, no. Con nuestro alto nivel tecnológico ya no necesitaremos ninguna otra transformación física, la podremos suplir con cualquier objeto, máquina o intervención quirúrgica.
No evolucionaremos anatómicamente.
Nuestra columna está diseñada para estar "recta" y para el movimiento. La posición estática de estar sentado no es una posición natural para los seres humanos. El culo no es para sentarse. Es el engranaje central (isquio-tibial) pensado para caminar. El ser humano no se ha sentado nunca, tal como lo entendemos ahora.
En nuestra historia de seres humanos, sentarse en una silla nunca ha tenido un uso operativo. Ha sido, básicamente, una fórmula jerárquica. Sentarse, tal como lo entendemos hoy en día, ha sido una posición que los humanos solo utilizábamos esporádicamente, y de maneras muy diferentes a la actual. Eran muy pocas las actividades productivas que se hacían sentado, y las que se hacían eran poco trascendentes para poder influir en nuestra morfología
Evolución tecnológica.
Gran parte de los avances futuros serán en la electrónica. El ser humano es perezoso. Trabajar es un "castigo divino". Actualmente, todas las actividades evolucionan técnicamente para hacer más cómoda su manipulación y más confortable la posición de su operador. En su mayoría, el operador esta sentado, a pesar de que el diseño evolutivo de este operador (el ser humano) se base en el hecho de que su punto de máxima eficacia es cuando está en pie, caminando.
También debemos tener claro que los procesos intelectuales de los humanos son más asequibles en posiciones pasivas. Y no vale decir que paseando "pensamos" mejor. Quizás sí, pero lo que es seguro es que sentados estudiamos mejor.
Resumiendo: vamos hacia una sociedad que desarrollará mucha actividad en posición sedente.
Este supuesto ya lo podemos comprobar en la actual forma de vida, y de trabajar, donde nos vemos obligados a sentarnos durante largos periodos. Por este motivo necesitamos adaptar estos asientos a nuestra morfología y a nuestro trabajo.
Necesitamos aplicar la ergonomía al sentarnos.
Hay que cambiar el concepto de sentarse en posición estática, en ángulo recto, a la posición de sentarnos dinámicamente. El estilo de vida del "homo sedents", intentando siempre hacer el mínimo esfuerzo, no cumple con las necesidades fisiológicas básicas para satisfacer el equilibrio general de todas las funciones vitales.
Estas deficiencias no quedan resueltas sólo "consumiendo" deporte en nuestro tiempo libre. Hemos de utilizar un método preventivo cuando practicamos "actividades pasivas", para no generar "stress" anatómico.
Actualmente, en el sector terciario se desarrollan múltiples funciones operativas que implican a todos los grupos de edad y género. Esto comporta una población antropométricamente dispar, lo que obliga a aplicar nuevas medidas de confort, de modo que éstas incidan en la prevención de futuras dolencias musculoesqueléticas.
Parece que las sillas no sean directamente productivas, o al menos eso es lo que se percibe desde los departamentos de "compras" y RR.HH., ya que éstas son los últimos elementos que se sustituyen en una empresa, sobre todo cuando no se contempla su adquisición como una "inversión productiva".
Realmente, la silla es una verdadera herramienta de trabajo. Su correcta selección favorecerá la eficiencia, la motivación, la comodidad y el confort, así como la salud y la productividad. Por el contrario, si no está adaptada a la morfología de cada usuario y a su actividad, o si es utilizada de forma inadecuada, será un factor de incomodidad y de ineficacia operativa. Será un contrasentido ergonómico. Incluso puede ser el origen de muchas patologías.
También es cierto que en cualquier empresa, la relación entre las personas y sus asientos es compleja. Esta relación puede entenderse, simplemente, como la expresión de un rol social, o por el contrario, ser el icono donde se demuestra el bienestar y la salud del personal que trabaja en ella.
Estas reflexiones también son aplicables a nuestras actividades domésticas.
Ya es el momento de utilizar eficientemente las sillas ergonómicas. Debemos tener asientos ajustables a nuestra morfología, y a la vez, saberlos utilizar correctamente. "Sentarse como es debido" nos hará sentir mejor.
La clave está en la conjunción de estos dos elementos: sentarse y movimiento. Estar sentados nos facilita la concentración. El movimiento nos relaja. Sentarse en movimiento es la premisa que aplican los principales fabricantes de sillas ergonómicas en todo el mundo.
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